¿Has notado cómo ciertas historias se repiten cada generación? Los fanáticos del terror lo recordarán. Días más tarde 28, 28 Weeks Later, Y ahora lo que viene Años más tarde 28Cada una de esas películas pinta un retrato de supervivencia en un mundo donde algo que todos creían comprender —la sociedad misma— se ha transformado. La tecnología, como el cine, tiene sus propias secuelas. Y ahora mismo, una de esas secuelas se está desarrollando en el ámbito del almacenamiento y la gestión de datos empresariales.
Los competidores de toda la industria declaran a viva voz que los discos duros están muertos, que el futuro es completamente flash y que si aún no se está planificando un mundo exclusivamente SSD, se está obsoleto. No se equivocan al pronosticar hacia dónde nos dirigimos. La física de la densidad de transistores y el incesante progreso de la Ley de Moore prácticamente garantizan que la memoria flash, construida con procesos cada vez más pequeños (hoy en día todavía mayoritariamente de 28 a 40 nanómetros en diseño NAND, mañana por debajo de 10), seguirá creciendo en densidad y abaratándose. El estado final para gran parte de la industria del almacenamiento probablemente será completamente flash. Pero declarar la muerte del disco giratorio hoy es tan prematuro como declarar la muerte de la cinta hace veinte años.
En la época de Data Domain, nos decían que la cinta había desaparecido para siempre. Sin embargo, hoy en día, los hiperescaladores implementan cinta a gran escala para almacenamiento en frío porque, cuando la economía se alinea, la cinta sigue siendo la mejor opción. De igual manera, si solo se hace caso al marketing, se pensaría que los discos duros están extintos. Y, sin embargo, según algunas estimaciones, los hiperescaladores implementan más de 1.5 exabytes de nueva capacidad de disco duro cada semana. Estas organizaciones emplean a algunos de los mejores tecnólogos del mundo, pero aún más importante, emplean a algunos de los economistas más disciplinados del mundo. Cuando Amazon, Microsoft y Google toman decisiones arquitectónicas, no se guían por la nostalgia. Se guían por hojas de cálculo y análisis profundos.
Esto es lo que revelan esas hojas de cálculo. Grandes conjuntos de discos rentables y de alta densidad pueden almacenar enormes cantidades de datos de forma muy fiable, a una fracción del coste de la tecnología flash. La fiabilidad es crucial en este caso, ya que la diferencia en la tasa de fallos es menor de lo que muchos creen. En la propia flota de Qumulo, los sistemas flash funcionan con una tasa de fallos de entre 40 y 50 puntos básicos durante un horizonte de uso de diez a doce años. ¿Sistemas de discos? De 24 a 7 bps. No es una diferencia de magnitud. Es un error de redondeo. Y, con una buena gestión, esos sistemas de discos pueden funcionar durante siete, ocho o incluso diez años de producción continua XNUMX/XNUMX, preservando las cargas de trabajo empresariales críticas con una durabilidad acorde con la misión.
Por eso, la conversación correcta no es sobre si el disco está muerto o si la memoria flash es el único futuro. La conversación correcta es sobre... manera?En Qumulo, no imponemos una narrativa a nuestros clientes. Les proporcionamos datos. Les proporcionamos el comportamiento observado de toda la flota a lo largo de miles de millones de horas de conducción. Les asesoramos sobre la rentabilidad y la durabilidad de cada medio. Y luego les damos libertad. Libertad para elegir una matriz all-flash donde la latencia y las IOPS son importantes. Libertad para implementar matrices híbridas que combinan flash TLC y QLC donde el rendimiento y la capacidad deben equilibrarse. Libertad para confiar en híbridos SSD y HDD donde el costo y la escalabilidad son clave.
El futuro del almacenamiento empresarial no es un apocalipsis zombi donde solo sobreviva un medio. El futuro es heterogéneo, y las empresas que prosperen serán aquellas que implementen cada tecnología en el lugar y momento adecuados. La promesa de Qumulo es que estaremos aquí para guiar ese viaje durante los próximos 28 días, las próximas 28 semanas y, sí, incluso los próximos 28 años.
Porque, al final, no se trata de discos versus flash. Se trata de preservar sus datos, aprovecharlos mediante sistemas de razonamiento basados en IA y lograr resultados empresariales que perduren tras cada ciclo de publicidad exagerada. Eso es la supervivencia empresarial. Y eso es lo que ofrece Qumulo.


